domingo, 14 de noviembre de 2010
ANÁLISIS DEL CONTEXTO
Escritor, fecha, lugar, destinatarios.
Algunas de las afirmaciones destinan a Moisés como el escritor. Como por ejemplo el registro de la batalla frente a los amalecitas (17:14) y a demás el pedido señalado de Jehová a Moisés de escribir el pacto hecho por Dios con su pueblo (34:27).
El uso de considerables de palabras egipcias y la descripción puntual de la vida y las tradiciones egipcias que emergen en la primera parte del libro aluden con mucho énfasis que el autor había sido educado en Egipto y estaba intrínsecamente relacionado con el país y su cultura.
Sin embargo, la evidencia más estable de que Moisés es el autor se halla en el Nuevo Testamento. En San Marcos 12:26, Cristo cita de Éxodo 3:6 y se refiere a su fuente como "el libro de Moisés". Estos tres argumentos dan testimonio directo del libro mismo, la evidencia indirecta de que el autor fue educado en Egipto y el testimonio de Cristo- garantiza en su conjunto la precisión de la tradición judía de que Moisés escribió el libro del Éxodo.
Los sucesos se ajustan en la primera mitad del siglo XV aC. Este arreglo junto con los antecedentes cronológicos consignados en 1 Reyes 6:1 traen el éxodo al año 1450 aC durante el reinado de Tutmosis III. Teniendo el año 1450 aC como fecha del éxodo, Moisés nació durante los últimos años del reinado de Tutmosis I (1530 a 1514 aC). Este gobernante sería el faraón cruel que enunció el mandato de aniquilación a los impúberes hebreos (Ex 1:15-22).
La princesa que adoptó a Moisés pudo haber sido Hatshepsut quien fue la hija de Tutmosis I y que gobernó Egipto entre (1504 a 1482 aC).
Moisés escribió el Éxodo en el desierto durante la peregrinación de Israel, en alguna parte de la península del Sinaí.
Los relatos del Éxodo hablan a la imaginación de los jóvenes y vigorizan la fe de los mayores.
Contexto Histórico
Las diez plagas son vertidas sobre el faraón egipcio Tutmosis III y el país de Egipto. El pueblo de Israel se ve con la última plaga, la muerte de todos los primogénitos tanto humanos como también animales, después de cuatrocientos treinta años de opresión liberados por la poderosa mano de Dios. Saliendo de Egipto y de la esclavitud, atravesando el mar Rojo, se estaban dirigiéndose hacia la tierra prometida a Abraham.
Literario (y gramatical)
El contexto literario al capítulo 14 de Éxodo es narrativo y relata la huída de los Israelitas, la implementación de la Pascua, la dedicación de los primogénitos y el cruce del mar Rojo.
I. El éxodo de Egipto, 1:1 a 19:2.
A. La permanencia en Egipto, 1:1-22.
B. La preparación de Moisés para el liderazgo, 2:1 a 4:31.
C. Las diez plagas y el éxodo, 5:1 a 13:16. 15.
La décima plaga: todos los primogénitos son muertos, 12:29, 30. 16.
El éxodo, 12:31-42. 17.
Instrucciones referentes a la pascua y a los primogénitos, 12:43 a 13:16.
D. Desde Egipto hasta el Sinaí, 13:17 a 19:2.
Cruce del mar Rojo, 13:17 a 14:31.
Cultural
Un pueblo habituado a la esclavitud por exactamente 430 años en una cultura idólatra con oblaciones a ídolos, es llamado a la liberación para servir a su Dios omnipotente.
Contexto Geográfico
El pueblo de Israel salió de Sucot acampa primero en Etam, antes de ir a Baal-zefón a acampar “junto al mar”. Dios los trajo a través del mar milagrosamente, al desierto de Shur. Después de detenerse en el oasis de Elim, el pueblos prosiguió al desierto de Sin.
Contexto Político
El pueblo de Israel había vivido por más de dos siglos en Egipto después de haber llegado hasta allí a causa de la hambruna que en tierra de Canaán se había dado. Al llegar a esta tierra extranjera, eran solamente una familia no tan grande, pero con el correr de los años habían crecido (Ex. 1:7).
La llegada había estado enmarcada en el contexto del reencuentro y la reconciliación de José y sus hermanos. En aquella época, José ocupaba un cargo muy importante dentro del gobierno que en aquel entonces era dirigido por los habirus (pueblo también extranjero que había invadido Egipto y que lo gobernó por varios siglos).
Algún tiempo después de la muerte de José, los egipcios expulsaron a los habirus y "se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José" (Ex. 1:8).
Este cambio de dirigencia hizo que los israelitas terminaran esclavizados y oprimidos. Toda esta serie de acontecimientos hicieron que para el momento de la salida de Egipto, el pueblo careciera de un liderazgo efectivo, lo que convirtió finalmente a Moisés como la única cabeza guía de la naciente nación hebrea.
Por alguna razón, que no se menciona en los registros extra bíblicos, no fue el príncipe heredero sino otro hijo de Amenhotep II, Tutmosis IV (1425 a 1412 AC), quien lo sucedió en el trono. La desaparición del príncipe heredero puede haberse debido a la muerte de todos los primogénitos durante la décima plaga de Egipto.
Análisis Bíblico - Teológico
Al igual que en muchas culturas de la antigüedad, los egipcios consideraban a su rey como un ser divino. Para este pueblo, el Faraón, más que un enviado o un elegido de los dioses, era el mismo dios personificado.
El gobierno teocrático se encontraba representado fielmente en la figura del líder que lo hacía no solo guía político sino también espiritual.
Después del auto destierro de Moisés en el desierto de la península del Sinaí, regresa a Egipto enviado directamente por Jehová para exigirle al Faraón que deje salir a su pueblo.
La contienda entre el Faraón y Moisés por la liberación de Israel, va más allá de la simple salida. Fue la manifestación poderosa de Jehová como sublime Dios del Universo.
Jehová se revela como el único Dios verdadero derrotando a quien los egipcios consideraban como su dios. Por otro lado, queda en evidencia delante de los hijos de Israel que el Dios en quien ellos habían creído, es eterno y cumple sus promesas.
La salida milagrosa de la esclavitud, y posteriormente el cruce del mar Rojo, enmarcan un reconocimiento de un Dios poderoso.
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